Sugerencias y Trucos de cocina

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La cantidad justa de miel Medir miel para una receta no es siempre fácil. Si hay que poner, por ejemplo, dos cucharadas, los restos de miel de la primera harán que la segunda no sea exacta, y ya sabemos lo importante que son las medidas en repostería. Una manera de evitarlo es engrasar primero la cuchara o tacita con un poco de mantequilla.
La luz un fuerte enemigo de los alimentos En el caso del aceite, le afecta muchísimo, por eso, si lo compras en botellas de plástico transparente, sería buena idea que la envolvieras en papel de periódico para evitar así que la luz lo acabe deteriorando.
La mejor forma de guardar limones Si sabes que vas a tardar mucho en utilizar unos limones enteros, guárdalos en la nevera dentro de un recipiente hermético lleno de agua. Cuando los saques, tendrán mucho más jugo que cuando los compraste.
Langosta congelada La langosta suele perder parte de su sabor cuando se congela, pero hay una manera de recuperarlo. Cuécela suavemente y durante poco rato en un caldo corto, que se hace con agua, verduras, vino y vinagre o leche. Después, deja que la langosta se enfríe en esa misma salsa.
Las especias y el microondas Si vas a hacer un plato al microondas recuerda que debes usar los condimentos con moderación, ya que este tipo de horno suele intensificar enormemente su sabor.
Las mejores pizzas Impresiona a tus hijos o a tus invitados con las mejores pizzas. Justo cuando las saques del horno, espolvoréalas con un poquito de pimienta negra y riégalas con un chorrito de aceite. Te quedarán de profesional.
Lavar los huevos Esto no es una mala práctica, pero, si lo haces, es mejor que consumas los huevos enseguida porque el lavado suele destruir la finísima película protectora que recubre la cáscara y los gérmenes pueden entrar dentro del huevo.
Leche que no se corta Si, en la elaboración de una receta, tienes que verter leche sobre una preparación caliente, corres el riesgo de que se corte. Para evitarlo, añade la leche templada y verás como no se corta.
Lechuga crujiente Si haces una ensalada con antelación, corres el riesgo de que te quede mustia y blanda. Para que no te ocurra, mete la lechuga en un recipiente con agua fría y añade el zumo de medio limón por cada lechuga.
Legumbres más tiernas Conseguirás que las legumbres te queden muchísimo más tiernas si añades la sal cuando esté a punto de finalizar la cocción.
Legumbres sin bichitos A veces, parece inevitable que en las legumbres, en el arroz o en la harina que conservamos en botes aniden bichitos. Si quieres mantener tus alimentos libres de “visitantes desagradables”, introduce una hoja de laurel en el tarro.
Lentejas de lujo Deja boquiabiertos a tus invitados con un plato de lentejas muy especial. Prepáralas como siempre pero, justo antes de finalizar la cocción, agrégales un chorrito de brandy o de vino. Te dirán que nunca comieron unas lentejas tan ricas.
Lentejas más digestivas Una buena manera de conseguir que un plato de lentejas no nos provoque una digestión larga y pesada es añadir un par de gramos de comino a la hora de cocerlas.
Lentejas más digestivas Si quieres que tus platos de lentejas sean más digestivos y no te produzcan tantos gases, utiliza en su preparación hinojo o comino.
Levadura apta para el consumo La levadura es un ingrediente que solemos tener en la despensa, pero que utilizamos muy de vez en cuando, lo que provoca que, a menudo, caduque o se estropee. Para saber si una levadura es apta para el consumo, hay una sencilla prueba que puedes hacer. Mezcla una cucharadita de levadura con un vaso de agua caliente, si empieza a hacer burbujas es que está en perfecto estado, si no, tírala.
Ligar la pasta y su salsa Para conseguir que la pasta se impregne bien del sabor de la salsa que preparemos para acompañarla, es preferible no añadir aceite al agua de cocción y condimentarla con la salsa en cuanto la hayamos escurrido.
Ligar salsas con yemas Si quieres ligar una salsa o una sopa utilizando yemas batidas, mézclalas previamente con un poco de caldo o de leche y, cuando las agregues al plato que estás preparando, hazlo controlando que no hiervan para que no se corten ni formen grumos.
Ligar una salsa con yemas La mejor manera de ligar una salsa o una sopa con yemas de huevo consiste en mezclarlas aparte con un poco del caldo o con leche y agregarlas, poco a poco, a la salsa o a la sopa sin que ésta hierva para que las yemas no cuajen y salgan grumos.
Limones y naranjas con más zumo Para obtener más jugo de los cítricos (limones, naranjas, pomelos, etc.) hazlos rodar con la palma de la mano por encima del mármol o de cualquier superficie lisa. Esta presión, a modo de rodillo, te ayudará a sacarles más provecho.
Limpiar aceiteras Eliminar por completo los restos de aceite de las aceiteras es muy complicado si no se sabe que los posos del café son perfectos para acabar con la grasa. Limpia con ellos la aceitera y te quedará como nueva.

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Curiosidades
Cataplasmas de cebolla

Las cebollas, entre capa y capa, tienen una especie de tela muy fina. Si te has cortado de forma superficial, aplícate una sobre la herida, así cicatrizará más rápido y se reducirá el riesgo de infección.

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