La Espinaca
Esta verdura de sabor suave aporta gran cantidad de vitaminas y minerales, lo que la hace muy apropiada para los niños. Aunque se suele consumir cocinada -hervida, erogada, salteada, etc.-, cruda en ensaladas es toda una delicia.
La espinaca es una planta herbácea que se caracteriza por sus hojas suaves y de color verde brillante dispuesta en roseta. Pertenece a la familia de las Quenopodiáceas, que comprende unas 1.400 especies de plantas que suelen criarse en zonas costeras o templadas.
Se cree que la espinaca procede de Persia y que fueron los musulmanes quienes, en el siglo XI, la introdujeron por primera vez en España, pasando después al resto de Europa y, tras el descubrimiento del nuevo continente, a América. Sus frutos suelen estar recubiertos de espinacas y de ahí deriva su nombre.
Curiosamente, aunque se consumen principalmente en primavera y otoño, los dos tipos principales de espinacas son las llamadas de invierno, cuyas hojas son triangulares, gruesas y resistentes, y las de verano, que son las más comunes. Dejando de lado la época de su cultivo, existen muchas variedades de espinacas. Este vegetal se podría clasificar en dos grandes grupos: las de hoja rizada, que se suele vender fresca, y las de hoja lisa, que se suelen destinar a la congelación o a conservas.
A la hora de comprar espinacas frescas debes decantarte por las de color verde brillante y uniforme, sin manchas o decoloraciones amarillas o rojizas. Estas manchas suelen ser el nefasto resultado de la acción de los hongos. Fíjate en que la planta no esté crecida y que sus hojas se vean tersas, pero no ásperas y que el tallo sea fibroso.
Una vez en casa, podrás conservarlas durante una o, incluso, dos semanas si las guardas envueltas en papel film o en una bolsa de plástico perforada. Si antes de introducirlas en la nevera, las escaldas en agua hirviendo se conservarán mucho mejor. La espinaca es la verdura que más se vende congelada porque aguanta muy bien este proceso. Si las congelas en casa, lávalas, córtalas y escáldalas unos minutos. Después, enfríalas rápidamente e introdúcelas en el congelador dentro de un recipiente o envueltas por raciones en bolsas de congelación. Así te aguantarán hasta un año.
Propiedades
Las espinacas están compuestas por un 93% de agua, lo que las hace extremadamente ligeras. Una ración de 250 gr sólo tiene 45 calorías, pero aporta el doble de la dosis diaria recomendada de las vitaminas A y C, cubre con creces nuestras necesidades de ácido fólico –imprescindible en el embarazo- y satisface entre el 85 y el 57% de las necesidades diarias de hierro, según se trate de hombres o mujeres.
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