Pica muy fino el ajo y las cebolletas y pon a rehogar en una cazuela con aceite.

Cuando estén bien doraditos, añade la harina y remueve bien.

Incorpora el salmón salpimentado, el caldo de pescado y el perejil picado.

Dejar 5 minutos a fuego lento.

Freír los espárragos verdes en una sartén con un poco aceite.

Servir el salmón en su propia salsa, adornando con los espárragos fritos.

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Contribución: espaciorecetas 28/11/2005 03:19

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Los poderes de la sal contra el maligno son de sobras conocidos. Si se cae un poco hay que coger un pellizco con la mano derecha y lanzarlo por encima del hombro izquierdo. En Hungría, se tira sal en el umbral de una casa nueva para proteger a sus inquilinos del demonio y, en gran parte de Centroeuropa, se rocían semillas de mostaza sobre el techo de las casas para mantener a los vampiros bien alejados.

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