Lavar bien los membrillos y cocerlos en agua hasta que estén tiernos.

Escurrirlos, retirar la piel y los corazones, cortarlos en trozos y pasarlos por un pasapurés.

Medir la pulpa obtenida y añadir un poco más de la mitad de azúcar.

Cocer a fuego medio hasta que pierda la humedad, removiendo con una cuchara de madera.

Disponer el dulce de membrillo en moldes y dejar enfriar.

Vaciar el queso, cortarlo en cubos y mezclar con las nueces.

 Versión para imprimir

Fuente:
Contribución: espaciorecetas 21/11/2012 12:08

• Crema de melocotón
• Buñuelos canarios de plátanos
• Tarta de queso y naranja al microondas
• Bizcocho cremoso de yogurt
• Melocotones rellenos de requesón

Los poderes de la sal contra el maligno son de sobras conocidos. Si se cae un poco hay que coger un pellizco con la mano derecha y lanzarlo por encima del hombro izquierdo. En Hungría, se tira sal en el umbral de una casa nueva para proteger a sus inquilinos del demonio y, en gran parte de Centroeuropa, se rocían semillas de mostaza sobre el techo de las casas para mantener a los vampiros bien alejados.

Más curiosidades [+]