Precalienta el horno a 160ºC. Sazona el solomillo con sal y pimienta, colócalo en un recipiente para horno, rocíale un poco de aceite por encima y honéalo durante 1 hora o hasta que esté hecho. Mientras tanto, escalda los guisantes sumergiéndolos en agua hirviendo durante unos segundos; retíralos y escúrrelos.

Para preparar la salsa, pica la cebolla y rehógala en un cazo con la mitad de la mantequilla; agrega las frambuesas y cocínalo a fuego suave durante 4 minutos. Vierte el oporto, añade la cáscara de naranja y cuécelo hasta que se reduzca a un tercio de su volumen inicial; añade el jugo de carne concentrado y mantenlo a fuego suave durante 25 minutos.

Cuela la salsa, añade la mantequilla restante, mézclala bien y sazónala con sal y pimienta.

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Contribución: espaciorecetas 13/02/2011 20:50

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Los poderes de la sal contra el maligno son de sobras conocidos. Si se cae un poco hay que coger un pellizco con la mano derecha y lanzarlo por encima del hombro izquierdo. En Hungría, se tira sal en el umbral de una casa nueva para proteger a sus inquilinos del demonio y, en gran parte de Centroeuropa, se rocían semillas de mostaza sobre el techo de las casas para mantener a los vampiros bien alejados.

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