Poner una cazuela con agua y un poco de sal a hervir.

Lavar los calabacines, pelados o sin pelar, según gusto, cortarlos en tiras como si fueran tallarines y reservar.

Cuando el agua rompa a hervir, echar los calabacines en tiras en la cazuela con el agua hirviendo y dejarlos unos 3 minutos. Retir, escurrir y reservar.

En una sartén con unas 4 cucharadas de aceite, poner los ajos fileteados y las guindillas. Cuando los ajos empiecen a dorarse sin llegar a quemarse, retirar las guindillas y rehogar las gulas en el aceite unos 2 minutos, a continuación, agregar los calabacines y seguir rehogando unos 3 minutos más.

 Versión para imprimir

Fuente:
Contribución: espaciorecetas 09/08/2011 16:09

• Pez espada con pisto
• Mojete
• Quiché marinera
• Paté en gelatina
• Tosta de pimientos rojos asados y anchoas

En el norte de Europa, países escandinavos, Bélgica o Alemania la cerveza está considerada como un ingrediente más en la cocina, al igual que aquí ocurre con el vino. Por ejemplo, existen platos que sería imposible preparar sin ella, como el “welsh rabbit”, la carbonada flamenca o la fondue danesa. Eso sí, siempre se utiliza la cerveza blanca, pues la negra tiene un sabor demasiado fuerte.

Más curiosidades [+]