Se pelan los ajos, se cortan en tiras las cebollas.

En una cacerola se calienta aceite, se doran los ajos y después se añade la cebolla, dejando rehogar hasta que esté bien blanda, pero sin dorar.

Se pone la harina y el pimentón y revolviendo se deja rehogar un poco a fuego muy lento, para evitar que el pimentón se queme.

Se incorpora el tomate, el laurel y el azúcar.

Se revuelven todos los ingredientes, se tapa la cacerola y se deja a fuego lento media hora, teniendo cuidado de que no se agarren, para lo cual se revolverá con una cuchara o espátula de madera de vez en cuando, procurando rascar el fondo.

Pasar por la batidora, se da el punto de espesor añadiendo algo de agua y se sazona.

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Contribución: espaciorecetas 27/07/2005 11:03

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Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, acaba de demostrar que el ajo, ni crudo ni en las perlas que se venden en tiendas de dietética, reduce de manera significativa el colesterol conocido como “malo”.

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