Triturar la sandía junto con el azúcar y el azúcar avainillado y reservar en la nevera.

Montar la nata con unas varillas eléctricas. La nata tiene que estar muy fría.

Incorporar la pulpa de la sandía mezclando con movimientos envolventes.

Verter la mezcla en una bandeja metálica y guardar en el congelador.

Transcurrida una hora, remover el helado con unas varillas para romper los cristales de hielo y vuelve a congelarla. Repite la operación unas cuatro veces más.

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Contribución: espaciorecetas 22/01/2015 12:35

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