Triturar las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino.

Derretir la mantequilla y mezclar con la galleta en polvo.

Cubrir la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuir encima la masa de galleta, presionando bien, e introducir en el congelador mientras se prepara el relleno de la tarta de queso.

A continuación preparar el relleno de crema de queso. Poner todos los ingredientes en un cazo a fuego lento, remover con energía hasta que se haya disuelto el sobre de flan y no haya grumos, subir el fuego y seguir removiendo sin parar hasta que hierva. Retirar del fuego, y verter la crema de queso sobre la base de galleta ya preparada.

Llevar al frigorífico al menos un par de horas, mejor de un día para otro.

Preparar la salsa de fresas. Hidratar la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos, y en un cazo aparte, calentar las fresas lavadas con el zumo de limón y el azúcar, y remover constantemente, triturando al mismo tiempo las frambuesas. Cuando la salsa de fresa esté bien caliente, y triturada, incorporar la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removir hasta que se disuelva totalmente. Distribuir la salsa de frambuesa sobre la tarta y meterla de nuevo en la nevera hasta que se consuma.

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Fuente:
Contribución: espaciorecetas 01/07/2013 16:19

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Un comportamiento descuidado en un aperitivo puede dañar gravemente nuestra imagen. Para evitarlo hay que recordar siempre que no se debe comer ávidamente ni acaparar una mesa. La bebida se debe coger con la mano izquierda, dejando la derecha libre para comer. Es importante sostener una servilleta junto al vaso o copa para poder limpiarnos la mano derecha rápidamente antes de saludar a alguien. Los palillos, huesos de aceituna o cáscaras se tienen que dejar en los platos destinados para ello o en el mantel, pero nunca en los ceniceros y, si hay alguna silla, cederla a las personas mayores o a las embarazadas.

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