Ciruela

Cuatro variedades principales, que se distinguen por su color, nos ayudan a disfrutar de las ciruelas de varias formas distintas.

Se cree que el ciruelo procede de Anatolia (Turquía) y Persia, desde donde se llevó a Italia y se extendió por Europa. Desde la antigüedad, esta fruta ha sido muy apreciada por su sabor dulce y refrescante y sus propiedades de laxante suave.

Los romanos fueron los primeros en practicar injertos en los ciruelos, dando lugar a numerosas variedades. Actualmente las más comunes son: las amarillas, que son un poco más ácidas que las demás y contienen mucho agua; las rojas, igual de jugosas, pero más dulces; las negras que se suelen dedicar a la elaboración de mermeladas; y las verdes de pulpa amarilla, más conocidas como claudias. Éstas últimas son las más consumidas y deben su nombre a la Reina Claudia de Francia, esposa de Francisco I. Compres las que compres, asegúrate de que tengan la carne firme, ni muy blanda ni muy dura. No deben estar abiertas, ni tampoco tener golpes o manchas. Su piel debe ser lisa y su olor agradable. Un signo inequívoco de que las ciruelas están frescas es que estén recubiertas de una película de polvo blanquecino.

Recetas relacionadas con el monográfico: Ciruela

Curiosidades
Comer con las manos

Aunque algunos crean que es una vulgaridad, existe una serie de alimentos que, según los expertos en buenas maneras y protocolo, se pueden comer con las manos. Son los siguientes: los espárragos, el jamón, el marisco y algunos platos de carne, sobre todo, si tienen hueso, como las aves de caza. Es importante que, para degustar los alimentos con las manos, se disponga en la mesa de un lavadedos o aguamanil, es decir, un pequeño bol para cada comensal con agua tibia y un trocito de limón.

Más curiosidades [+]