Más suave que la cebolla y más sabrosa que el puerro, la cebolleta da a las ensaladas un toque sabroso y delicado muy especial.

Las cebolletas o cebollas dulces, son cebollas jóvenes de aspecto bastante parecido al del puerro que se suelen utilizar en ensaladas por su sabor dulce y suave. Proceden de Asia y se sabe que se utilizan desde tiempos prehistóricos. De hecho, en China, se cultivan desde hace más de dos mil años.

Cuando vayas a comprar cebolletas te encontrarás con que se suelen vender en manojos de tres o cuatro ejemplares. Elige aquellos que veas más firmes, sin brotes y con su piel sin roces ni golpes. Recuerda que la textura de la cebolleta debe ser siempre crujiente. Una vez en casa, puedes guardarlas en un sitio fresco y ventilado, aunque, si hace demasiado calor, es mejor que las pongas en la parte menos fría de la nevera junto a otros vegetales tiernos.

Si picas cebolletas y te sobran, lo mejor es que las envuelvas en film transparente y que las dejes en la nevera. Pero no tardes en consumirlas o habrás perdido su jugosidad.

• Bacalao con setas y cebolletas

Consumidas con moderación, las “chucherías” no son perjudiciales, pero se debe de tener en cuenta que, en su elaboración se emplean gran cantidad de aditivos y azúcares y que su aporte calórico es muy alto. No hay más que ver las tres “chuches” más populares en nuestro país: Cada 100 gr de gominolas aportan entre 300 y 360 calorías; las grageas de chocolate recubiertas de azúcar de colores, unas 460 calorías y el regaliz, 330 calorías.

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