Apio

Imprescindible en caldos y sopas, el apio es un vegetal con un gran poder diurético y depurador, motivo por el que ayuda a bajar la tensión arterial y a combatir la molesta retención de líquidos.

El apio es una planta procedente de Mediterráneo que, actualmente, se consume en toda Europa y en América del Norte. Existen hasta 15 variedades, entre las que se encuentra el apio-nabo, una hortaliza de gran consumo en el norte de Europa, pero la más destacada y habitual en nuestra gastronomía es el Apium graveolens. De éste, existen dos tipos: el verde, que es más fuerte y fácil de cultivar, y el blanquecino o amarillento, el más apreciado en la cocina.

En la verdulería, elige apios lustrosos, con tallos gruesos, firmes y de un color verde pálido. Las hojas deberán estar verdes y frescas, aunque si están ligeramente marchitas, no pasa nada. Rechaza los apios que se vean flácidos, con manchas o con tallos y hojas de color blanco.

Podrás conservarlos muy bien en la nevera entre 2 y 3 días, a ser posible envueltos en un papel o en un paño húmedo. El apio también se puede congelar, siempre que se escalde en agua hirviendo 3 minutos.

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Curiosidades
Las “chuches” más populares

Consumidas con moderación, las “chucherías” no son perjudiciales, pero se debe de tener en cuenta que, en su elaboración se emplean gran cantidad de aditivos y azúcares y que su aporte calórico es muy alto. No hay más que ver las tres “chuches” más populares en nuestro país: Cada 100 gr de gominolas aportan entre 300 y 360 calorías; las grageas de chocolate recubiertas de azúcar de colores, unas 460 calorías y el regaliz, 330 calorías.

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