Pelar los calabacines y cortarlos a lo largo, en lonchas de un centímetro de gruesas, y hacerlas tiras. Partirlas por la mitad, de forma que queden palitos.

A continuación habría que proceder a salpimentar al gusto, enharinarlos y rebozarlos en un huevo, previamente batido.

En una sartén con abundante aceite caliente, ir friendo las tiras de calabacines por tandas e ir escurriendo las que ya estén fritas en un papel absorbente para chupar el aceite sobrante.

Se sirven en una fuente acompañados de unas rodajas de limón.

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Contribución: espaciorecetas 04/03/2008 07:54

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Los poderes de la sal contra el maligno son de sobras conocidos. Si se cae un poco hay que coger un pellizco con la mano derecha y lanzarlo por encima del hombro izquierdo. En Hungría, se tira sal en el umbral de una casa nueva para proteger a sus inquilinos del demonio y, en gran parte de Centroeuropa, se rocían semillas de mostaza sobre el techo de las casas para mantener a los vampiros bien alejados.

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